Esta más que una historia mía es una anécdota que viví en un paradero de micro en el apumanque. Después de hacer ido al doctor y de haber pagado cuentas esperaba la 427 para ir a mi casa (debo decir que esa micro pasa tarde mal y nunca…) había bastante gente esperando micro en el lugar. En un momento llego un señor de mediana estatura (bueno, de mi porte y yo mido menos de 1.60) que traía unas bolsas. Cuando el señor se puso delante mío vi que tenía un papel pegado en la espalda (más bien parecía un letrero publicitario xD) que decía “Yo soy el gay más chico del mundo”, además de un par de cintas adhesivas por toda la espalda. El señor todo digno no se había dado cuenta (¡cómo! ¡Si era tremendo papel! ) y todo el paradero riendo en silencio. Debo admitir que me sentí mal por el pobre hombre y le iba a decir que tenía un papel pegado en la espalda, pero era tanta la risa que tenía que creo que hubiera sido peor. Después de un buen rato, llego otro señor a tomar micro y le leyó el papel. Claro el señor fue más amable, le dijo al hombre que tenia cosas pegadas en la espalda le despego el papel y se lo paso. El hombre lo leyó y dijo a viva voz (niños no lean estas palabras): “estos conchetumadres siempre me tienen para su hueveo” (supongo que se refería a su “compañeros” de trabajo).
Ahí ya no me aguante y claro, la gente del paradero tampoco y estábamos todos riéndonos. Igual mal reírse de una desgracia ajena, pero en verdad me pareció gracioso. Esas cosas de pegar papeles en la espalda las veía cuando iba en la Enseñanza básica, ¡¡pero no todos los días se ve en un señor que tenía como 50 años!!.
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