14 de julio de 2009

Historia 27: Conexiones.



Estábamos sentados frente a frente, tú en una mesa y yo en otra. El ruido de ese lugar parecía un zumbido interminable de voces que no dejaban enfocarme en mis pensamientos. Nuestras miradas parecían encontrarse tímidas a cada momento. Sin querer estábamos conectados.
Estabas sentado junto a aquella pared roja, con tus cómplices de aquella noche: una botella de cerveza y una cajetilla de cigarros. Parecías distanciado del mundo, estabas rodeado de personas que parecían disfrutar la velada, sin embargo no emitías palabras.
De tanto encontrarse nuestras miradas, decidiste hablarme. Me ofreciste un cigarrillo y fuego para encenderlo. Ahí comenzó nuestra espontanea conexión. Éramos dos desconocidos, tratando de hacer coincidir nuestras vidas en un momento determinado de aquella larga noche.

No hay comentarios: