2 de septiembre de 2009

Decisiones.


Decisiones, decisiones. Malditas decisiones.

Cuando algo sale mal, aprovechan todas las cosas de salir mal al mismo tiempo. Es una tendencia inevitable. Tanto o más inevitable que la muerte misma.
Dicen que todo pasa por algo, pero es difícil dar las interpretaciones necesarias que nos permitan entender por qué pasan las cosas.

El ser Humano, es complicado. Tiende a ser racional ante lo que tiene que ser manejado con el alma y ser interpretado con el corazón.

¿Acaso esto se convertirá de una enorme tormenta? ¿De esas que parecen interminables?
Lo único que me consuela es saber que siempre las tormentas terminan. El tema es cuando termina y cuanto duraremos resistiendo sin perder la razón o de plano perder la vida.

Lo que no me queda claro aun, es si esa tormenta la decido yo.

No hay comentarios: